Estos son los beneficios de meditar diariamente
Pese a su habitual asociación con la espiritualidad, la meditación se ha consolidado con el paso del tiempo como una práctica respaldada por la ciencia. Esto se debe a la observación de sus demostrados beneficios para la salud física y mental. Pero, ¿qué tipo de beneficios son exactamente y cómo se perciben en la vida diaria?
A continuación, vamos a profundizar en los principales beneficios de meditar a diario. ¡Lee con mucha atención!
Reduce el estrés y la ansiedad
Uno de los beneficios de meditar a diario que antes se percibe es una evidente disminución de los niveles de estrés y la ansiedad. Practicando la meditación de manera regular se calma la mente y se reduce la actividad del sistema responsable de desencadenar la respuesta de “lucha o huida” en situaciones de estrés.
Además, meditar nos ayuda a activar el sistema nervioso parasimpático, lo cual produce una activación de la respuesta de relajación, así como del nervio vago. Esto incide en una activación de la información desde las vísceras, órganos e intestinos hacia el cerebro y viceversa.
Mejora la atención y elimina las distracciones
Meditando de manera habitual se fortalece la capacidad de concentración y atención. Al entrenar la mente para que se enfoque en el momento presente, desarrollamos la habilidad de permanecer centrados en las tareas diarias, alcanzando una mayor eficiencia y volviéndonos más productivos a largo plazo.
Facilita la regulación emocional
La meditación también resulta beneficiosa para entrenar la capacidad de observar de forma objetiva e imparcial las emociones, lo que llamamos defusión cognitiva.
También permite aprender a no identificarse con las emociones; es decir, entender que uno no es la emoción y que la emoción está en uno, pero sin que esta se apodere, pudiendo gestionarla y controlarla de forma adecuada. Este proceso se llama desidentificación cognitiva.
Beneficios de meditar a diario para la vida: potencia la resiliencia
Otro de los beneficios de meditar a diario más notables es que permite entrenar la paciencia, el saber observar de forma imparcial, el saber estar con lo que es y dejar de idealizar o de desconectar con la realidad.
En el día a día, esto se traduce en un incremento de la resiliencia, pues se aprende a ser más fuerte y resistente ante las crisis de la vida, a aumentar la resistencia a la frustración y a gestionar mejor la incertidumbre.
¿Cuánto hay que meditar a diario para notar los beneficios?
Una de las preguntas más recurrentes entre quienes se adentran por primera vez en el liberador y beneficioso mundo del mindfulness es cuánto se debe meditar a diario para empezar a percibir los efectos. La respuesta más cercana a la realidad es depende, ya que cada persona es un mundo independiente y sus características y necesidades son de lo más dispares.
No obstante, sobre la frecuencia y duración de la meditación diaria recomendable para experimentar los beneficios óptimos, podemos acercar algunas indicaciones. ¡Toma nota!
- En primer lugar, es preferible empezar con una rutina de meditación en la cual se va empezando poco a poco. De este modo, se va incrementando el tiempo que se dedica a la meditación y la regularidad en la misma a medida que se va avanzando en el tiempo.
- Se recomienda empezar por unos 10 minutos al día e ir subiendo cada semana progresivamente unos 5 minutos, hasta llegar a meditar una hora diaria. Esta hora puede realizarse de forma ininterrumpida al principio del día o bien al final del día, o incluso repartirla. De esta manera, se puede meditar media hora al principio del día y otra media hora antes de irse a la cama.
- Por otro lado, es aconsejable mantener una rutina constante y comprometerse con la práctica a largo plazo para percibir los beneficios de meditar a diario. Y es que, aunque los efectos empiezan a percibirse desde las primeras sesiones, es con la dedicación a lo largo del tiempo cuando se experimenta la auténtica transformación.
Además de estas recomendaciones, para optimizar todavía más los beneficios de meditar a diario, también creemos destacable la opción de combinar e intercalar diversas prácticas meditativas.
Estas prácticas pueden ser: la atención a la respiración, la atención a las sensaciones en el cuerpo, la atención a los sonidos, la meditación en movimiento a través del yoga, la meditación a través del canto de mantras o la técnica del escáner corporal.